sábado, 24 de septiembre de 2011

jueves, 22 de septiembre de 2011

No prendas la luz.


Uno de los finales mas tristes, que yo jamas leí, es el final de Peter Pan. El tiempo pasa y pasa para todos, Wendy crece, se hace una mujer, y tiene una niña que se parece a ella cuando se escapaba con Peter Pan. Una noche, pasado mucho, mucho tiempo desde la ultima vez que se vieron, Peter Pan irrumpe en la habitación de Wendy para buscarla, para llevársela de nuevo a Nunca Jamas. Pero el tiempo no pasa en balde, Wendy no es una niña. Cuando él le dice "vengo por ti", ella le dice "no des la luz, porque dar la luz supone enfrentarse a la jodida certeza de que hemos crecido". Alguien entro de golpe en la habitación, y encendió la luz, y nos dimos cuenta de que casi no quedan niños. De que negamos el derecho a la infancia, a los que la merecen. Si Peter Pan viniera a buscarnos, no den la luz, no vayan a descubrir que le hemos traicionado, que... hemos crecido demasiado.

jueves, 8 de septiembre de 2011

Ese que no lo es.

Sucede que a veces la gente confunde los términos. También pasa que hay muchos puntos de vista diferentes sobre un mismo tema. Para entender las relaciones de poder en un Estado, en una sociedad, tenemos que considerar, también, que hay muchos puntos de vista y muchas posturas de poder en ella.

Existen dos grandes posiciones acerca del poder:

.El poder como ‘cosa’ que posee una persona o una institución.

.El poder como algo que todos poseemos y podemos ejercer. Entonces esto se torna en una lucha constante de poderes.

Basándonos en la segunda definición de poder, nos encontramos con que todos tenemos una cuota de el y todos podemos ejercerlo libremente. Es ahí donde entran las relaciones de poder, porque también dijimos que el que todos tengamos poder implica una lucha constante.

Entendemos por poder, según el diccionario de la RAE, que es el ‘dominio, imperio, facultad y jurisdicción que alguien tiene para mandar o ejecutar algo’.

Nótese: ‘que alguien tiene para mandar o ejecutar algo’. Es decir que tiene que haber alguien que tenga más poder que otro. Y es allí donde encaja la figura del Estado.

Se considera al Estado como el sujeto que organiza las relaciones de poder. Es decir que tiene el poder suficiente para imponer la propia voluntad en los otros.

Hasta este punto vamos bien. Pero tenemos que volver al hecho de que el supuesto pueblo que domina ese Estado, también tiene poder. Ese poder es controlado por el poder del Estado, pero más allá de eso, sigue siendo poder. Hablamos del absolutizado.

Entonces pensamos, si el absolutizado tiene poder suficiente, ¿Por qué es que es lo que es? Sencillo. Esto se basa en una teoría denominada ‘contractualista’ que supone la creación de un Estado mediante un contrato aceptado por soberano y súbdito, sostiene que la base del Estado se justifica en lo que se podría llamar conciencia moral, llegando al punto en que la autoridad, el Estado tiene que ser aceptado, tiene que ser legítimo de tal forma que el soberano tiene el poder, y el súbdito debe obedecer.

Tomamos como ejemplo de todo lo explicado la película La Ola.

Comienza la verdadera historia con una única pregunta: ‘¿Por qué no podría instaurarse nuevamente un régimen dictatorial en Alemania?’. En esta película, podemos notar de aquello de lo que hablamos. Si bien el grupo La Ola se forma a partir de un trabajo practico en el que los alumnos debían entender el termino de Autocracia, terminamos por notar que el profesor no lleva en si lo que seria el poder del grupo, si no que el grupo es el que actúa, llevando desiciones, actuando para hacerse conocer e instaurar su propio poder, ese poder del absolutizado. Ese poder que es manejado por el ideal, por la voluntad del soberano que, en este caso, seria el profesor encargado de la clase que dio pie a la idea para demostrar que aun así, en una nueva sociedad, con nuevas mentes, ideales y experiencias, podría instaurarse el régimen dictatorial.

martes, 6 de septiembre de 2011

Sumemosle un vestido de tul.

-No soy una muñeca de porcelana, no quiero ser tu prototipo de mujer perfecta -murmure con la voz cargada de odio, rencor y enojo. Cerré la puerta con un golpe seco, llevando mi bolso directo a la puerta.
Una vez que me senté en el asiento del micro que iba a la Capital, respire hondo y llore. Si, llore. Por que a pesar de todo lo que me había hecho, de todo lo que había pasado por el, yo lo amaba y me había costado muchísimo dejarlo.
Entonces, recargando mi cabeza sobre el frió vidrio de la ventana, recordé todo aquello.
Recordé aquel 2 de septiembre, día claro, con un sol brillando bien arriba en el cielo, día en que nos casamos. Apenas hacia dos meses que nos conocíamos, pero estábamos tan enamorados... NO. Yo era la enamorada, el solo quería jugar un rato al nene rico y dominar lo que tuviera a su alcance. Caprichoso. Si era un caprichoso y nunca dejaría de serlo.
Los primeros meses habían sido la mar de fantásticos. Habíamos viajado por todo el país. Hermoso. También fuera del país. Claro, viajamos a París, me llevo a conocer Londres. Inclusive a Irlanda.
Recorría sola aquellos bellisimos lugares. El siempre estaba en juntas y cuestiones de la empresa que llevaba con su padre, por lo que la atención que me prestaba muchas veces era mínima.
Cuando volvimos, todo fue peor. Yo caí en la cuenta de que no era aquel hombre perfecto en todos los sentidos, y que solo era pura apariencia.
Se pasaba las horas trabajando. Yo siempre lo esperaba con la casa limpia, ordenada, la cena lista. Todo perfecto. Yo era su muñeca de porcelana. Siempre me percataba de arreglarme para verme lo mas hermosa posible cuando el llegara.
Todo aquello no sirvió de nada. Cuando intente decirle que aquello no me gustaba y que me sentía abandonada por el y que si seguía, iba a dejarlo, decidió usar la fuerza para mantenerme a su lado. Borracho como casi todas las noches desde la luna de miel, me golpeo a tal punto que mi rostro quedo marcado.
Así muchas veces. Pero yo lo amaba. No podía dejarlo, menos en aquellas circunstancias en que se veía devastado. Volvía a casa con un regalo, algún vestido, flores o cosas costosas por las que yo me derretía, no literalmente, claro, de forma figurada. Amaba aquellos detalles.
Aquella noche había sido demasiado. Estaba cansada de que me tratara de aquella forma.
Había intentado golpearme varias veces, pero yo lo había mirado fijo y el había parado. Mi mirada era, en ese tiempo, fría y distante. No había mas dulzura y compasión para el.
-No podes irte. Sos mía. Sos mi muñeca. Sola te vas a romper, si sos de porcelana. ¿Donde te vas a ir, eh? ¿Con tus papas? CAGONA. ¿Donde vas? Sos mía.
-No soy una muñeca de porcelana, no quiero ser tu prototipo de mujer perfecta.

jueves, 26 de mayo de 2011

Cosas que una escribe en clase de Sociologia~

Me reí. Parecía adrede. Ahora que estaba sola y que queria olvidarlo por mi cuenta, personas que nunca pensé, venian a mi comentando sentimientos escondidos, nunca encontrados. Me rei para no llorar. ¿Que veían en mi? ¿Les atraia, acaso, mi sufrimiento interno? De verdad me sentia maldita... y una imbécil, con todas las letras. Les traia confusion y ellos a mi, solo que no estaba para "darles cuerda".
Y la realidad era que tampoco quería estar con ninguno, todavía no lo había olvidado.... No estaba tan "fresco" como al principio, pero todavía extrañaba que me observara cada que me movía en una habitación, extrañaba ver lo que pretendía cuando intentaba seducirme y yo lo dejaba.
Me dolió y me dolía aun, la forma en que yo había decidido que todo terminara.

viernes, 8 de abril de 2011

*-*

Sombrerero: "¿Acaso has perdido tu muchosidad?"
Alicia: "Te has vuelto demente, loco, chiflado. Pero te diré un secreto: las mejores personas lo están"


lunes, 4 de abril de 2011

Escondiendo verdades mentirosas

"Yo niego rotundamente que existan en la Argentina campos de concentracion o detenidos en establecimientos militares mas alla del tiempo indispensable para indagar a una persona capturada en un procedimiento y antes de pasar a un establecimiento carcelario" palabras dichas por Jorge Rafael Videla, el 22 de diciembre de 1977, para la revista Gente.
En este trabajo me toco refutar su cita.
Antes de empezar, quiero ubicar en tiempo y espacio a los lectores. Años 1976 a 1983, dictadura militar Argentina. Años de tragedia para mucha gente, años que, en algunos casos, desean olvidarse y volverse un tipo de tabú.
Decir que no hubo, en estos tiempos indecorosos, un centro clandestino de detención es como decir que un nene no golpeo a otro cuando "medio jardín de infantes" lo vio hacerlo.
Un ejemplo algo tonto, pensaran, no se compara con nada la tortura y el sufrimiento de aquellos tiempos.
Si, se que es así. Pero pensemoslo un poco.
Un nene juega con su pala en el arenero, viene otro e invade su espacio vital, haciendo que el primer nene se valla y no pise en su niñez ese arenero. ¿Como lo logra? Tan solo mirarlo lo intimida.
Es fácil de entender, pura psicología. Un poco de golpes por ahí, otras miradas malas por allá, el pobre nenito no dice nunca nada y su mente se atemoriza.
Detenidos- desaparecidos, igual situación. Atacaban su mente, directamente, mediante el miedo, el terror... La tortura.
Mucha gente vio, escucho y vivió lo que pasaba en esos centros, al igual que muchos nenes vieron como un nene golpeaba al otro, le gritaba y lo miraba mal.

*Nota: no esta terminado, de igual forma, espero que sepan entender.

Natuu~

Vampiro Vegetariano.